Ayer llegó por fin el momento de probar mi nuevo descubrimiento, la danza meditativa.
Pasé toda una odisea para cambiarme de ropa después del trabajo (no sabía si habría vestuarios o que tipo de ropa había que llevar) y llegar a la clase. Me encontré con un grupo totalmente heterogéneo, diferentes edades, estilos y no parecía que teníamos mucho que ver.
Sin darnos mucho tiempo a pensarlo dos veces, la profesora nos puso música y nos obligó a movernos de cualquier forma, como quisiéramos, pero que nos moviéramos. Después de tenernos una hora sin parar, moviéndonos, en principio sin ton ni son, nos hizo sentarnos en círculo y contar que nos había llevado a ir a esa clase.
Todos acabamos explicando lo mismo, aunque con diferentes palabras. Todos buscamos algo, no sabemos muy bien que, para romper la rigidez que nos impone el día a día. Soltar nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestros pensamientos..........
Creo que he hecho una buena elección y que esto me va a ayudar a aguantar el día a día.
VEINTIUNO DE ABRIL
Hace 3 semanas
¡¡Que maravilla!! No conocia la danza meditativa, me dá curiosidad la verdad saber en que consiste, ya me dirás que tal te va.
ResponderEliminar