Este bendito puente, he cumplido mi promesa de no desaprovechar ninguna ocasión de escaparme de la rutina.
De la forma más inesperada, me organicé una escapadita a Barcelona. Como siempre que me acerco a esa zona, llamé a mi queridísima amiga Ana, Anna, Ania, Anka......, que vive en Tarragona y no pierdo ocasión de volverla a ver.
La conocí hace ya uf! ni se cuantos años, unos siete. Nos conocimos cuando vivíamos las dos en Francia, era una recién llegada desde Polonia. Buscaba alguien que le diera clases de español (su objetivo era ir a Bolivia, a ayudar a los más desfavorecidos).
Desde el primer momento fue una persona que me maravilló, me inspiraba paz, alegría, fuerza. Para mi es una persona deslumbrante.
Ahora que la he vuelto a ver, después de 3 años, me ha producido la misma sensación. Casada desde hace un año (con un boliviano, sin haber pisado Bolivia hasta después de casada), embarazadísima de 6 meses, y todo paz y armonía.
La admiro, no puedo expresarlo de otra forma. A pesar de todos los problemas, las dificultades por las que pasa (por ser extrangera, no ser rica y tener costumbres diferentes), la tendencia de la gente a aprovecharse de ella.
Para mi, es una persona que se merece lo mejor de lo mejor y espero seguir teniéndola como amiga para siempre.
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