CAMBIO DE COLORES

Que bien que ya estamos a jueves, el martes (un día durillo) me parecía que no iba a llegar nunca el fin de semana. Pero ya no nos queda nada.

Este fin de semana, ya que anuncian que va a llover en toda la península, voy a dedicarlo a una cosa que tenía ganas de hacer hace años.

Os explico:
El día que me mudé a esta casa, hará unos 5 años, me encontré con que todas las paredes de la casa estaban pintadas de amarillo. Cuando lo vi, me entró la fiebre de pintar cada espacio de un color diferente. Con ese ímpetu y con los colores que estaban de moda entonces (todos super chillones), acabé pintando la casa como un arco-iris.

En el caso de mi habitación, no os lo perdáis...... acabó pintada de rosa fucsia o lo que se ha llamado en los últimos años, rosa Fresita. En su momento me encantó darme el antojo, pero llevo un par de años sin poder mirar las paredes y sin tiempo de ponerle solución.

Pues nada, el fin de semana pasado me fui a un mega-centro de bricolaje y me compré la solución a mi cansancio. Como una es muy lista y no le gusta cometer el mismo error 2 veces, esta vez se llevó a una asesora. Fui con una amiga que sabe mucho de pinturas, ya que hace muchas manualidades y pinta todo tipo de objetos. Hora y media después de estar eligiendo pinturas, un dependiente nos preguntó si nos hacía falta algo, y yo con una carcajada llegué a decir que "ya no hace falta".

Cuando acabe ya os contaré como me ha quedado el cambio. Por cierto, a partir de ahora será azul y gris.